La historia que ha recorrido medio mundo y ha inspirado a la compañía Pixar para hacer la famosa película ‘Up’, comienza en 1952, cuando la pareja Carl y Edith Macefield compraron una pequeña casa entre de campos y granjas en Seattle.
Conforme iban pasando los años, este lugar crecía hasta convertirse en una de las calles más comerciales de la creciente gran ciudad. En 2006 un promotor inmobiliario le ofreció por su propiedad a la anciana Edith 1 millón de dólares y una casa idéntica en otro barrio, pero se negó, quería morir en la misma casa que su madre. La empresa compró los edificios de alrededor y construyeron un centro comercial de 5 plantas de altura y gimnasio.
El jefe de obra del centro comercial, Barry Martin, se interesó por conocer a la testaruda anciana, llegaron a crear un gran lazo afectivo, pasaban mucho tiempo juntos, él la ayudaba en lo que necesitaba y la cuidaba constantemente. Dos años después Edith moría de cáncer dejando la parcela en herencia de Barry, quien conmovido por su historia y amistad de ambos, quiso convertir la casa en monumento para que se la recordasen como la mujer que desafió a la fuerza de las poderosas constructoras.
Por desgracia, nunca consiguió llevar a cabo su deseo, así que buscó a alguien que la comprara con la condición de que la conservase como estaba. Debido a la imposibilidad de restaurar la centenaria vivienda, tuvo que pasar a ser propiedad de una empresa de asesoramiento inmobiliario, quienes prometieron que la conservarían, pero sólo hicieron unas pequeñas reparaciones, tras una ejecución hipotecaria la parcela fue cedida a inversores prestamistas quienes la subastaron por 170.000 dolares más los 300.000 que existen de deudas e impuestos.
Se tiene previsto que pronto será derribada, aunque aún se están buscando compradores interesados en esta pequeña casa acompañada de su gran historia.